Octubre: santos Manuel Rodrigues Moura y esposa

Los santos Manuel Rodrigues Moura y su esposa (cuyo nombre completo no tenemos plenamente documentado, aunque sabemos que su padre se llamaba Francisco Dias) figuran entre los protomártires de Brasil del siglo XVII, un grupo de valientes católicos que, acompañados del beato presbítero Ambrósio Francisco Ferro, dieron su vida por mantener viva la recién conocida fe católica en el territorio luso, cerca de la actual ciudad de Natal, en el estado de Rio Grande do Norte. Su martirio es conmemorado el 3 de octubre.

La campaña evangelizadora había sido iniciada por misioneros jesuitas y sacerdotes diocesanos procedentes de Portugal en 1597, formándose las primeras comunidades cristianas de indígenas en el contexto del cambio de siglo. Durante las sucesivas décadas, los frecuentes desembarcos de franceses y holandeses calvinistas, que albergaban la aspiración de expulsar a los portugueses de las colonias fueron constituyendo un ambiente de restricción para la práctica del culto católico en la zona, siendo cada vez más acusada la persecución en una zona hasta entonces pacífica. Existían por entonces, pasada la década de 1630, dos parroquias en el actual estado de Rio Grande do Norte: la parroquia de Nuestra Señora de la Purificación (o de las Candelas) en Cunhaú, regida por el sacerdote don André de Soveral; y la parroquia de Nuestra Señora de la Presentación en Natal, cuyo párroco fue don Ambrósio Francisco Ferro.

Poco se conoce del origen de Manuel Rodrigues Moura y de su esposa, excepto su su unión matrimonial y su pertenencia a la comunidad cristiana de la región nordestina. En los registros de beatificación se omite el nombre de ella, lo cual es habitual en fuentes de la época para laicos anónimos. El grupo de seglares que, perteneciendo a familias de conversos o cristianos portugueses, mantenían la vida sacramental y de comunión en las comunidades que florecían pese a la hostilidad de las autoridades, fue tan reducido como valiente. El matrimonio, por tanto, se inscribe en la historia de la Iglesia en Brasil como un hogar cristiano que sustentó la fe en medio de la persecución, y como tal se destaca su condición conyugal en la inscripción de su nombre entre los mártires.

El 16 de julio de 1645 tuvo lugar la masacre de Cunhaú: un domingo de misa en la capilla de Nuestra Señora de la Purificación, donde un total de 69 fieles fueron atacadas durante la celebración de la Eucaristía por soldados holandeses, con el apoyo de indígenas locales. Con este precedente, los católicos de Natal (un grupo de aproximadamente 80 personas) trataron de refugiarse ocultándose de los perseguidores calvinistas y los indios, unidos en un odio al catolicismo; sin embargo, menos de 3 meses después llegaron también a la región, y cerca del río Uruaçu se produjo un segundo ataque. Entre los numerosos fieles laicos se encontraba el matrimonio, que aparece ya listado junto con los nombres de “Manuel Rodrigues de Moura y su esposa”. Era el 3 de octubre de 1645. Sabemos que tras la muerte de Manuel, a su esposa le amputaron las manos y los pies; tras tres días de agonía, murió, al lado de su marido.

Los datos de su proceso de beatificación indican que fueron asesinados “in odium fidei” (por odio a la fe), lo que permitió su beatificación el 5 de marzo de 2000 por el papa San Juan Pablo II, junto con otros veinte y nueve mártires brasileños del siglo XVII. Fueron canonizados el 15 de octubre de 2017 por el Papa Francisco, siendo el segundo matrimonio en ser canonizado junto y el primero en que ambos cónyuges son mártires.

El martirologio romano recuerda así a este grupo de mártires:

Junto al río Uruaçu, cerca de Natal, en Brasil, beatos Ambrosio Francisco Ferro, presbítero, y compañeros 54 , mártires, que dieron la vida víctimas de la opresión que se desencadenó contra la fe católica (1645). Sus nombres son: beatos Antonio Baracho, Antonio Vilela Cid, Antonio Vilela hijo y su hija, Diego Pereira, Manuel Rodrigues Moura y su esposa, hija de Francisco Dias hijo, Francisco de Bastos, Francisco Mendes Pereira, Juan da Silveira, Juan Lostau Navarro, Juan Martins y siete jóvenes, José do Porto, Mateo Moreira, Simón Correia, Esteban Machado de Miranda y dos hijas suyas, Vicente de Souza Pereira.

Fotografía: Capilla de los Mártires de Cunhaú y Uruaçu, en São Gonçalo do Amarante. © Carla Salgueiro (https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Capela_dos_M%C3%A1rtires_de_Cunha%C3%BA_e_Urua%C3%A7u#/media/File:Capela_dos_Martires_de_Cunha%C3%BA_e_Urua%C3%A7u..jpg/2)

Las actas de beatificación y las memorias hagiográficas no ofrecen detalles sobre su número de hijos ni sobre circunstancias particulares de su familia. Pese a esto, su condición de cónyuges mártires permite atribuirles el título de «matrimonio santo» dentro del panorama de los mártires laicos brasileños, acreditando la vivencia de su matrimonio en la defensa de la fe durante la persecución religiosa.

 
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