El Papa Francisco pide rezar por las familias que están en crisis

Durante el mes de marzo, el Papa Francisco pide a los católicos unirse en oración por las familias en crisis. Así lo ha publicado la Red Mundial de Oración del Papa a través de un vídeo, grabado antes del ingreso del Santo Padre en el Policlínico Gemelli de Roma el pasado 14 de febrero.

En el mensaje, el Pontífice recuerda que “no existen las familias perfectas”, puesto que en la diversidad de cada una de las personas hay una riqueza, “pero las diferencias también pueden provocar conflictos y heridas dolorosas”. De hecho, la pieza audiovisual incluye escenas tristemente conocidas por muchos: peleas, violencia; enfrentamientos entre padres e hijos, entre esposos, entre hermanos… Por ese motivo, el obispo de Roma propone el perdón como “la mejor medicina para curar el dolor de una familia”, ya que “perdonar significa dar otra posibilidad”.

Apoyados en la infinita paciencia de Dios, que “nos perdona, nos levanta, nos hace empezar de nuevo”, Francisco invita a renovar la familia a través del perdón para poder mirar hacia adelante con esperanza, “incluso cuando no es posible el final feliz que nosotros quisiéramos”, pues “la gracia de Dios nos da fuerza para perdonar y trae paz, porque libera de la tristeza y, sobre todo, del rencor”. Con este mensaje de aliento, el Sumo Pontífice alienta a las familias que pasan por estos problemas que es posible superar una crisis matrimonial, solucionar un conflicto, reconstruir una relación…, pero no sin ayuda: la acción de la gracia es necesaria para recuperar la comunión familiar.

El Papa termina pidiendo a todos los fieles:

Oremos para que las familias divididas encuentren en el perdón la curación de sus heridas, redescubriendo, incluso en sus diferencias, las riquezas de cada uno.

Según recoge Vatican News, el Director Internacional de la Red Mundial de Oración del PapaP. Cristóbal Fones, S.J., explica algunas actitudes que pueden ayudar en la vida cotidiana de las familias:

  1. Aceptar las diferencias entre las personas, considerándolas como una oportunidad para enriquecer la relación familiar.

  2. Valorar siempre al otro reconociendo su riqueza y sus dones.

  3. No juzgar a las personas: “como dice el Papa Francisco, la otra persona me ama como es y como puede, con sus límites y sus defectos; pero eso no significa que su amor no sea verdadero”.

  4. Pedir perdón y perdonar. ¿Y cuando la herida es profunda? “Podemos aprender de la humildad y la misericordia del Señor […]. Las heridas familiares suelen ser las más dolorosas. Por eso es bueno tener siempre presente que Jesús nos ha perdonado primero, como nos recuerda a menudo el Papa Francisco”.

  5. Comprender la necesidad del acompañamiento, apoyándose en la comunidad cristiana como lugar de acogida, diálogo y oración para encontrar esperanza y ayuda en la reconciliación sin sentirse juzgadas.

 
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